Amor en tiempos de virus (14 años juntos)

Lunes 27 de abril, 2020 – Columbus, Indiana (46 días en cuarentena)

Cuesta imaginar que llevamos 14 años juntos y a la vez no puedo imaginarme otra vida sin Debs. Hemos estado en compañía constante las últimas seis semanas, llenas de preocupaciones y decisiones complicadas, y las hemos llevado muy bien. Definitivamente 14 años nos han preparado para entendernos, cuidarnos, y compartir las cargas de la vida. Sé que ninguno de los dos es perfecto, pero madurar es reconocer que nuestras opiniones, forma de hacer las cosas, y habilidades son limitadas. Los años me han enseñado que tenemos diferencias que nunca vamos a superar, pero sin ellas nuestra pareja no seria la persona que tanto amamos. He aprendido en buscar consejo, no solo confirmación. He descubierto que los quehaceres de la casa nunca se acaban y que juntos las cosas se terminan más rápido.

No puedo creer que tengamos la familia que nunca imaginamos tener o tal vez sólo en sueños que no pudimos transmitir por temor a que desaparecieran. Cada uno de los miembros de la familia tiene un propósito y son una bendición.

Niki abrió nuestras vidas de padres, con la ilusión que únicamente el primer hijo puede. Confirmó que si íbamos a ser padres. En aquel entonces, pesamos que sería nuestro único milagro. Casi cinco años más tarde se alinearon los astros y nació Andrew, otro milagro. Con la parejita pensamos que allí terminaríamos. Pocos años después accedimos a que Pao viviera con nosotros para cursar High School en Indiana. Pao rápido asimiló el rol de hermana mayor. Meses después nació Luna y nuestra familia esta completa.

El último año compramos casa, un hito que esperábamos con ansias. Hemos disfrutado de tener un lugar más amplio donde los niños pueden correr y descansar. No hemos salido mucho, limitados por los esfuerzos económicos de comprar la casa y porque tenemos a una niña pequeña. Quien iba  decir que éste año seria de estar en casa, ahora por fuerza mayor de los efectos de COVID-19.

No me puedo quejar, ni siquiera un poquito. Soy muy feliz, dichoso dirían algunos. Muy dichoso de tener una compañera eterna que me ama, por hijos que me aman, y por tener a Pao en la casa. Tenemos nuestros problemas, como todos, pero éstos no nos definen. Listo para otro año y juntar los 15; y luego llegar a los 20, 30, 50, y cuantos más nos permita Dios estar en esta tierra.

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