San Valentín de familia

14 de febrero, 2015 – Columbus, Indiana

Este año San Valentín fue diferente, talvez no tan romántico, pero muy lleno de amor y cariño. Los cambios son porque Niki participa de estos días especiales más activamente. Ya no sólo es un día para salir Debs y yo, u otra actividad de pareja; sino también es un tiempo para incorporar a Niki en el sentimiento por Mami y Papi. Este año tambien incluimos al bebe en nuestras muestras de amor y cariño. Y para agregarle otra dimensión, en la escuela también los niños tienen un evento de San Valentín.

Debs y Niki se prepararon unos días antes para hacer una manualidad que Niki llevo a la escuela. Les llaman Suncatchers, son ornamentos para las ventanas y Niki estaba muy emocionada puesto que le encanta hacer manualidades. Debs preparó todos los materiales un día antes, Niki ya solo le escribió su nombre y los decoró. Le quedaron bien bonitos.

Niki y yo nos levantamos temprano el sábado a cortar corazones y escribirles por qué amamos a Mami. Yo quería que Niki hiciera corazones que dijeran i ♥ u, pero no le sale bien la “u”, por lo que optamos por que le escribiera su nombre. Para mí fue bonito pensar todas las razones por las que amo a Debs, muchas veces tendemos a agradecer por las mismas cosas. Este ejercicio me permitió ver las tantas cosas que amo de ella. Pronto cumpliremos 9 años de casados y siento que nuestra vida es cada vez más sencilla, no nos complicamos y nos entendemos.

Debs me sorprendió porque cuando me levanté noté que habían varias post-its por toda la casa. Al principio pensé que Niki había puesto notas por todas partes, luego me acerqué y vi que tenían palabras escritas. Debs se levantó a media noche y puso notas por toda la casa agradeciéndome por cosas que hago y que la hacen feliz. Cosas banales las convirtió en muestras de afecto; como la nota sobre el basurero que decía: “Gracias por sacar la basura todos los días”. Me llenó el corazón de alegría, y de recordatorio de seguir haciéndolo, y debo confesar que no soy muy bueno. Lo mejor de todo este procedimiento fue que hubo unas notas que no encontré sino hasta más tarde; una en las gaseosas de la refri, otra cerca de mis batidos, me hacían mi día cada vez que encontraba una. Lo mejor es que se le perdió una nota a Debs, así que un día de estos voy a encontrar la nota y me va a hacer feliz el día.