Cumpleaños Artu – 40

Domingo 2 de septiembre, 2018 – Columbus, Indiana

Ayer llegué a mis 40 primaveras, o inviernos si quieren ser pesimistas. Cuatro décadas sobre la Tierra permiten tener algo de perspectiva. Al observar mi vida, este año fue uno de grandes cambios. Algo que aprendí este año es que puedo hacer cosas difíciles, incluso cosas que pensé imposibles.

La última década ha estado llena de altos y bajos, logros y pérdidas. Diez años en resumen:

  • EFY 2009
  • Nace Niki 2010
  • Me diagnostican diabetes 2011
  • Perdimos bebe 2012
  • Graduación BYU y empieza trabajo Cummins 2013
  • Nace Andrew 2015
  • Fallece mi Papá 2016

Este año tomé el control de mi salud y cambiar el rumbo de mi salud. El efecto de cambiar mis hábitos alimenticios, tuvieron mayor impacto en mi mente. Hoy, a diferencia de hace 1 año, sé que puedo hacer cosas difíciles. Mi actitud hacia nuevos retos es completamente diferente. Aún cuando obtener un MBA fue muy difícil, yo sabía que era algo que podía hacer, no era algo que probara mi resolución.

Mi meta de este año era perder 20lb y tener mejor control de la diabetes. Al día de hoy he perdido casi 30lb, he reducido la dosis de mi medicina e incluso eliminado un medicamento. Mis niveles de azúcar están en un promedio de una persona sin diabetes. Todo esto lo consideraba imposible.

Domando lo imposible

La fórmula resulta mundana: definir, medir, analizar, y mejorar. Mi meta de años pasados siempre fue «bajar de peso» o «estar saludable». Este año las metas fueron dos e incluían como las iba a medir.

  • Meta – Bajar 20 libras
    • Hacer una dieta baja en carbohidratos (menos de 100g al día)
    • Hacer 30min de ejercicio 3 veces a la semana
    • Pesarme 1 vez por semana
  • Meta – Contralar diabetes
    • Tomar medicina de acuerdo con la receta
    • Medir azúcar 3 veces al día
    • Visitar doctor con regularidad

Debora fue mi mayor apoyo, en especial con la dieta. Nos aseguramos de ser diligentes en lo que comíamos. Me aseguraba de lograr las metas de la semana: dieta, medicina, mediciones, etc. Mi actitud hacia mi peso y mis niveles de azúcar cambiaron. Los números no me estaban juzgando, no eran buenos o malos; eran sólo medidas.

Con el tiempo encontramos las comidas que más nos gustaban. Mis veces de ejercicio pasaron de 2 o 3 por semana a 4 y 5 veces por semana. En junio recibimos la noticia que seriamos papas nuevamente. El prospecto que iba a ser papá redobló mis ánimos y continuar con mis metas. En abril me ajustaron mis medicinas porque mis niveles de azúcar habían mejorado considerablemente. En julio, nuevamente me ajustaron mi medicina y dejé de tomar uno de los medicamentos. Mi prueba de hemoglobina A1C de julio mostró un nivel de una persona sin diabetes.

Continuo con mis metas y me emociona el prospecto de ponerme otras metas. Tengo mayor confianza en mí y en lo que puedo lograr. Sé que puedo hacer cosas difíciles, incluso cosas imposibles.

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